100.000 millones de euros. Es el dinero que los españoles guardaban en Suiza en 2012. Lo que equivale al 10% del PIB español.

Una cantidad que, de haber tributado en España, habría aliviado algo nuestra maltrecha economía. Ahora, Suiza ya no quiere ser paraíso fiscal. Por eso, los tres principales bancos han iniciado medidas para obligar a los clientes españoles a cumplir con el fisco.

La amnistía fiscal de Montoro afloró unos 40.000 millones de euros, una cifra que podría aumentar en los próximos meses por miedo al aumento de las penas.

Sin embargo, todavía existen otros paraísos fiscales donde no les interesa tanto colaborar con la justicia. Hasta 18 comisiones rogatorias pidiendo información se acumulan en países como Islas Caimán. Un dinero perdido, de hasta 30.000 millones que habría volado desde Suiza a esos otros paraísos fiscales.