El Congreso debatirá la polémica reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha que reduce prácticamente a la mitad el número de diputados autonómicos y que tiene a la mayor parte de la oposición en contra, porque ven la propuesta como un "atentado" contra la democracia.

Los socialistas lo consideran un "pucherazo" y un "auténtico atropello democrático sin precedentes" y recuerdan que hace sólo un año el PP modificó la ley electoral precisamente para aumentar el número de diputados.

El PSOE, el único partido de oposición en Castilla-La Mancha, es radicalmente contrario a la reforma, ha anunciado que se opondrá a ella "con uñas y dientes" e incluso ha sugerido en más de una ocasión que lo llevará al Tribunal Constitucional si finalmente se aprueba en las Cortes.

El secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page ha avisado de que con esta reforma, que rebaja el número de parlamentarios de la horquilla actual de 47 a 59 a otra de 25 a 35, más de 300.000 castellanomanchegos podrían quedarse sin representación parlamentaria.

También el grupo de la Izquierda Plural votará en contra de la reforma estatutaria como ha explicado el líder de IU, Cayo Lara, para quien la presidenta autonómica, María Dolores de Cospedal, pretende "acabar con la democracia" en esa comunidad.