Si Galán quiere un pulso lo va a tener, el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria no se echa atrás. La no inversión de Iberdrola en España, no es una novedad. En sus propias palabras, "han venido disminuyendo cientos de millones de euros durante los últimos cuatro años". 

Soria interpreta que la decisión de Iberdrola no ha tenido nada que ver con el nuevo marco eléctrico. Sin embargo, el exilio voluntario de la compañía duele. 

En las propias palabras de José Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, se sienten "mucho más británicos y mexicanos que españoles". 

Hay algunos que creen que Galán se sitúa tan lejos porque se ha pasado varios pueblos. Ignacio Fernández Toxo, secretario general de Comisiones Obreras, califica el mensaje de "excesivo".

Algo parecido piensan en el PSOE, donde le invitan al patrón de Iberdrola a reflexionar antes de salir fuera de España. Elena Valenciano advierte de que "tienen mucha responsabilidad sobre la capacidad de generar confianza, deberían cuidar un poco más sus palabras". 

Otros sin embargo creen que esas palabras están medidas al milímetro, así lo sostiene José Miguel Vilarig, presidente de la Asociación de Productores de energía renovable, que ve una "puesta en escena". 

Laia Ortiz, diputada de ICV, considera que existe "un chantaje permanente al Gobierno que les ha sido favorable". 

Si funciona o no esta suerte de chantaje, se verá cuando se apruebe el nuevo modelo de facturación.