En la caída del IPC ha repercutido la caída de los precios del transporte, por el mayor abaratamiento de los carburantes y lubricantes; así como una subida menor de los alimentos y bebidas no alcohólicas, por un peor comportamiento de productos frescos como las legumbres y hortalizas y pescado.

A pesar del descenso de los precios de consumo, destaca el mejor comportamiento del ocio y la cultura, que han moderado su descenso por un menor abaratamiento de los viajes organizados. La inflación subyacente (sin alimentos frescos ni productos energéticos) se ha mantenido en el -0,1%, tres décimas por encima del IPC general.

En tasa mensual, el IPC se ha situado en el -0,1%, debido al empeoramiento del transporte (-1,1%), por la bajada de carburantes y lubricantes; y de la vivienda (-1,3%), por la caída de la electricidad. También ha afectado el comportamiento de los hoteles, cafés y restaurantes (-0,5%), por el abaratamiento de los alojamientos; y del ocio y la cultura (-0,8%), por los viajes organizados.

Por el contrario, ha mejorado el comportamiento durante noviembre del vestido y el calzado (5,1%), al incluir los efectos de la entrada de la temporada de invierno; así como del menaje (0,2%). Los precios han empeorado en noviembre en todas las comunidades autónomas, cuyas tasas interanuales, además, se han situado en negativo.

El mayor descenso en tasa anual lo ha registrado La Rioja (donde empeoró cinco décimas hasta el -0,3%) y, el menor, Canarias (donde empeoró una décima hasta el -0,7%). El índice de precios de consumo armonizado -que mide la evolución de los precios con el mismo método en todos los países de la zona del euro- se ha situado en negativo, en el 0,5%, tres décimas por debajo del mes anterior. El IPC a impuestos constantes (IPC-IC) ha registrado en noviembre una tasa anual negativa del 0,4%, la misma que el IPC general.