16 millones de desplazamientos en la operación especial de tráfico de estas navidades. La gente necesita llenar el tanque de sus coches con la gasolina más barata. Y ahora están proliferando las gasolineras low cost, que venden el combustible hasta ocho céntimos más baratas que el resto.

Ellas aseguran que es porque reducen el margen de beneficios. La competencia dice que ofrecen un combustible de peor calidad, no son cuidadosas con el medio ambiente y tienden a no contratar a nadie de personal.

Hemos estado en una de las tres gasolineras más baratas de toda la comunidad y es que el precio de la gasolina en Madrid puede variar hasta ocho céntimos el litro.

En la estación de servicio del Centro Comercial Isla Azul es de las tres más baratas de toda la región. Combina el servicio de gasolinera con el de hipermercado. Un sistema importado de Francia que funciona.

La clave de sus precios, aseguran, reside en su margen de beneficios. Más estrecho que la competencia.

Para Antonio Onieva, portavoz de la Patronal de Estaciones de Servicio de la Comunidad de Madrid, las low cost no pueden competir en calidad del combustible, en servicio ni protegen el medio ambiente.

“Nunca seremos low cost porque una estación de servicio tiene que tener un servicio mínimo a los consumidores y que este servicio es el que dota de una seguridad a los ciudadanos” afirma Antonio.

Una empresa ha desarrollado una aplicación móvil que localiza las gasolineras más cercanas a la posición del usuario. Una buena opción para encontrar rápido y a buen precio una gasolinera en plena época de desplazamientos.