La inflación es, tal y como explica el Banco Central Europeo, la subida de los precios generalizada. Este incremento de los precios de bienes y servicios provoca que se reduzca el valor de la moneda con el tiempo y, por tanto, las familias tengan menos poder adquisitivo a pesar de tener los mismos ingresos.
La inflación puede subir por diversos motivos. En este caso, la guerra en Ucrania ha supuesto un cóctel perfecto para el aumento de la inflación en toda Europa. La subida de los precios de los carburantes por las sanciones al gas ruso y el aumento del precio del trigo por la escasez de exportaciones desde Ucrania ha provocado que transportistas aumenten sus precios y con ello el último eslabón de la cadena de valor se vea también obligado a hacer lo mismo en la venta a los usuarios.
Con el incremento de los precios de artículos de consumo diario, como alimentos o gasolina, se ha provocado un 'efecto dominó' que ha conllevado al incremento de precios de bienes de consumo duradero por el aumento de los costes de fabricación de los mismos, como puede ser prendas de vestir o productos electrónicos. Lo mismo ocurre con el sector servicios, que utiliza materiales y productos ahora más caros y debe aumentar los precios para conservar los beneficios.
Tal y como explicó la periodista Belén Carreño en laSexta Columna, la inflación es una "enfermedad silenciosa": "Se va metiendo en la economía y cada vez va generando más efectos secundarios", señalaba la corresponsal de Reuters, que describe como la consecuencia es "empobrecer a las familias, porque tienen que tirar de los ahorros, y también a las empresa, porque o trasladan los precios a los consumidores o tienen que reducir sus márgenes".
España ha superado este martes el 10% de inflación, algo que no ocurría desde 1985. Una situación que se podría agravar aún más. Según la CEOE, "durante los próximos meses la inflación se verá muy condicionada por la evolución en Ucrania y las sanciones económicas impuestas a Rusia, que pueden tener repercusiones significativas sobre el precio de algunas materias primas, entre otras, gas, petróleo, cereales o aceites, que a su vez repercuten sobre la composición del precio de otros muchos productos. A esto se unen otros factores que ya estaban impulsando la inflación, como las dificultades de aprovisionamiento o el intenso crecimiento de los precios de algunos bienes intermedios. Todo ello mantendrá elevada la inflación en el corto plazo".
En la misma línea se pronunció el portavoz de la OCU, Enrique García, en La Roca: "Que el que el precio baje va a depender del entorno de competencia del producto que estemos hablando".
¿Qué es la inflación subyacente?
La inflación subyacente, aquella que excluye la energía y los alimentos frescos por tener unos precios más volátiles, también ha aumentado hasta el 5,5% frente al 3,8% de mayo, alcanzando su valor más alto desde 1993.
El IPC subyacente permite, así, un dibujo más preciso sobre la realidad económica de cada país, ya que refleja los cambios de los precios de forma menos errática al no tener en cuenta aquellos productos que, precisamente, son más vulnerables a las variaciones de precios.
El elevado porcentaje de este mes refleja, por tanto, la trascendencia de esta crisis de precios que tiene su germen en el comienzo de la guerra en Ucrania, pero que ya está afectando a todas las esferas de la economía.