Uber fija parte de la tarifa mínima del trayecto y se lleva un 20% de los ingresos, va a instalarse en Madrid y funciona en ciudades como Barcelona o Londres y en varias de Estados Unidos.

Según la ley de transportes, esto sería ilegal ya que los conductores carecerían de licencia y la multa podría llegar a los 6.000 euros. Un servicio diferente al que ofrece BlaBlaCar en el que sólo se comparten gastos para realizar un viaje de largo recorrido.

U otras aplicaciones de economía colaborativa como el Couch surfing. Gente que alquila su sofá a otras personas para que duerman en él y a cambio cobran una cantidad de dinero si así lo quieren.

El problema para los taxistas es que a los conductores de Uber no se les exige licencia ni otros impuestos que a ellos sí.