El sindicato Gestha señala que la supresión del Impuesto de Sucesiones y Donaciones (ISD) tendría un impacto limitado, pues los grandes beneficiados de la reducción o supresión de la tributación de un impuesta que recauda al año 2.736 millones serían los titulares de grandes fortunas; en total, un 0,7% de los contribuyentes.

Dani Cervera y Mamen Mendizábal

A su vez, un 72,4% de los ciudadanos con ingresos anuales entre 6.000 y 60.000 euros compondría el alto porcentaje de perjudicados tras su supresión. Son ellos los que compensarían la pérdida de recaudación que sufriría Hacienda, teniendo en cuenta que el Impuesto de Sucesiones supone un 0,3% del PIB anual.

Los futuros herederos de las 181.778 mayores fortunas del país serían los mayores beneficiados

De este modo, los futuros herederos de las 181.778 mayores fortunas del país serían los mayores beneficiados, según Gestha, que calcula que estos recibirán una herencia de 559.788 millones de euros netos, sin deudas, lo que supone un caudal hereditario medio de algo más de 3 millones de euros, sin deudas.

El perfil de estas 181.778 mayores fortunas es el de ciudadanos que ingresan una renta media de 103.626 euros anuales, destacando en este grupo de potentados especialmente las 5.394 personas que obtienen ingresos superiores a 600.000 euros.

Los técnicos alertan de que una rebaja de los 2.736 millones que actualmente recauda el ISD conllevaría un aumento de la escala autonómica del IRPF y del Impuesto sobre el Patrimonio para compensar a las comunidades autónomas, así como del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) que pagan todos los propietarios de viviendas, cualquiera que sea su renta, para compensar a los ayuntamientos de la pérdida recaudatoria del impuesto de incremento de valor de terrenos de naturaleza urbana (IIVTNU), conocido popularmente como "plusvalías" que se liquida en cada transmisión incluida la hereditaria.

Madrid, nuevo paraíso fiscal para recibir una herencia

Para Gestha, sustituir el ISD y el IIVTNU por el IRPF y el IBI sería tanto como "aceptar que buena parte de las ventajas fiscales de los herederos de las grandes fortunas las paguen las personas de clase media que sean propietarias de uno o dos inmuebles, como el 77,7% de los españoles que poseen una vivienda o una vivienda y un garaje".

En este sentido, destaca que países como Reino Unido, Suiza, Grecia o Chipre, con tasas del Impuesto de Sucesiones sobre el PIB más bajas que España -donde es del 0,3% del PIB-, registran una fiscalidad "muy dura" por el IBI y el Patrimonio, superando la tributación española por estos tres impuestos.

El sindicato indica que el ISD tiene una finalidad redistributiva debido a que afecta a la acumulación intergeneracional de la riqueza. De hecho, el ISD forma parte de los sistemas tributarios de la mayoría de los países avanzados de la OCDE y de la UE, situándose España en la media de la Eurozona en presión fiscal a las herencias.

En la UE, el ISD no se exige en Suecia, Letonia, Estonia, República Checa, Austria, Rumania, Bulgaria, Chipre, Malta (2014), Eslovaquia (2014) y Eslovenia (2015), pero estos países pueden gravar las herencias en otros tributos, como el impuesto sobre la renta.

En concreto, Letonia, Austria, Chipre, Malta, Eslovenia y Bulgaria registran ingresos por otros conceptos como donaciones, tasas a fundaciones u otros impuestos sobre la transferencia de inmuebles. Además, República Checa y Portugal tienen una disposición sobre el ISD en otros impuestos.