Rajoy se ha ido hasta Chile para buscar salidas a la crisis española. Y ha empezado presumiendo de recortes. Tras aclarar el “momento difícil” de la situación española. Rajoy tenía que vendernos y por eso ha insistido una y otra vez en lo bueno que es invertir en España. “Ya saben lo que encontrarán, negocio, liderazgo y puerta abierta a Europa”, ha asegurado.

Pero además de seducir a los empresarios,  Rajoy tiene otra misión, ya que se entrevistará con Merkel y tiene que convencerla para que inicie políticas de crecimiento.

En la cumbre empresarial se habla de mercados libres, sin trabas, por eso la asistencia del comunista Raúl Castro se interpreta como un avance de su país, Cuba hacia políticas económicas abiertas al capitalismo.

Un capitalismo que no gusta en las calles de Santiago. Allí miles de personas convocadas por sindicatos y grupos de izquierda se han manifestado en la que han llamado la Cumbre de los pueblos.  La policía ha detenido a varias personas y ha lanzado chorros de agua a presión para dispersar a los manifestantes.

Pero Chile no es el único frente abierto del gobierno. En Suiza, De Guindos asiste al foro económico mundial de Davos. Allí, el ministro de economía ha querido mostrar una cara más positiva de España y ha afirmado que la recesión no irá más allá del verano.