Miguel Blesa llevaba el guion aprendido en su declaración ante el juez: “Recibí una tarjeta y se me dijo que era una tarjeta para gastos de representación y de libre disposición”.  Sin embargo, el fiscal intentó llamar a las cosas por su nombre: “para gastos. No para gastarlos”, le dijo, aunque no consiguió sacar a Blesa de su discurso.

“¿Quién era la persona que decidía los límites?” le preguntó el fiscal. “A mí se me hacía un propuesta, yo decía me parece bien esta propuesta, elévese al órgano que corresponde.”, le explicó Blesa que elude responsabilidades ante el fiscal. Sin embargo, el director financiero le señala directamente a él. “La decisión de que unos directores generales recibieran esta tarjeta y otros no, ¿eso fue decisión de Blesa?”, señaló el fiscal, a lo que Barcoj afirmó que “no podía ser de otra forma”.

Mientras Barcoj echa balones fuera, Rodrigo Rato rechaza que sea la dirección quien entregue las tarjetas, las suyas, declara, se la entregó el propio Barcoj. “Cuando yo llego a Caja Madrid el director financiero me entrega dos tarjetas, una de representación y otra de gastos particulares”, manifestó Rato. Ninguno parece tener claro cuáles eran sus verdaderas responsabilidades en la entidad, mientras intentan convencer al fiscal de que su tarjeta black era totalmente legal.