José Manuel lleva dos años y medio trabajando en Londres y sólo viene a España de visita, que es el hecho "más difícil" según comenta su madre. Este joven español estudió diseño gráfico, pero ante el panorama laboral, no dudó en emigrar, e incluso en cambiar de sector, trabajando en varios establecimientos hosteleros.

José Manuel es sólo uno de los cerca de 70.000 jóvenes que entre 2008 y 2014 hicieron las maletas para irse al extranjero. Unas cifras que año a año han ido al alza, pero no son menos los jóvenes españoles que se mudan a otra comunidad por cuestiones de trabajo.

Eneko es un ejemplo de ellos. Tuvo que dejar Vitoria por Barcelona por una empresa de diseño gráfico, y las palabras del ministro alemán no le parecen oportunas. "No me parece acertado, la mayoría de los que estamos en esta empresa somos de fuera", declara Eneko.

Aunque la crisis ha disminuido las posibilidades de encontrar trabajo en otra región, casi 415.500 jóvenes lo intentaron en los seis últimos años.

Por su parte, los economistas también responden al ministro de Finanzas alemán, afirmando que "el problema del paro juvenil no es la movilidad, sino la alta tasa de paro". Además, según una fundación de telefonía, seis de 10 jóvenes planean marcharse del país próximamente.