Una extensa área marina, a tan sólo once de kilómetros de donde Repsol buscará hidrocarburos, acoge una de las mayores colonias de cetáceos del mundo con 28 especies diferentes.

El Cabildo de Fuerteventura propuso hace más de un año al Ministerio de Medio Ambiente declarar esta zona como Lugar de Interés Comunitario, pero su tramitación ha estado parada durante meses. El gobierno canario cree que no es casualidad.

De hecho, Medio Ambiente desbloqueó los trámites para proteger estas aguas tan sólo 24 horas después de dar luz verde a los sondeos a 60 kilómetros de Lanzarote y Fuerteventura. Los ecologistas creen que si esta área hubiese estado protegida no hubieran podido autorizar la búsqueda de petróleo.