Martin Schulz no ve razones para negociar de nuevo con Grecia. "En realidad, ya no hay base alguna para negociar", dijo Schulz en una entrevista publicada en el periódico alemán 'Handelsblatt', en la que acusa a Tsipras de manipular al pueblo griego y de buscar permanentemente responsabilizar a los acreedores del fracaso de las negociaciones. "Tsipras es imprevisible y manipula a la gente en Grecia, la cuestión tiene rasgos casi demagógicos", sostuvo.

"La oferta que hizo a Grecia la eurozona es muy generosa. Muchos ministros de finanzas creen que las concesiones fueron demasiado lejos", dijo. "Es un engaño creer que puede haber una nueva oferta mejor", añadió. Sin embargo, Schulz cree que todavía hay posibilidad de un acuerdo si los griegos votan 'sí' en el referéndum.

"Esperamos que los griegos digan 'sí' en el referéndum a las exigencias de los acreedores. Con eso el pueblo le mostraría la tarjeta roja al Gobierno y Tsipras tendría que asumir las consecuencias y dimitir", sostuvo. El resultado forzaría unas nuevas elecciones y mientras debería haber un gobierno de tecnócratas con el que la UE pudiera negociar.

En el caso de un 'no', en cambio, ya no se podría seguir negociando y lo único que quedaría sería la posibilidad de un programa de urgencia para mantener al país con vida. Schulz dijo además que todo indica que Grecia no será un detonante para el derribo de toda la eurozona.  Sin embargo, Schulz admitió que desde el punto de vista político el Grexit sería un duro revés.