A Francisco le llueven las felicitaciones. Bankia tendrá que devolverle los 41.000 euros que invirtió en acciones. Cree que es una "muy buena noticia, me viene muy bien el dinerito".
Un juzgado de Mataró ha anulado el contrato que suscribió a principios de 2012 con la entidad, al considerar probado que se le ocultó información. En el durísimo auto, el juez culpa a Bankia de engañar a sus clientes. No sólo eso.
También achaca a la entidad "faltar a la verdad" en su publicidad, con campañas como ésta. Un reclamo que sedujo a muchos nuevos "banqueros". Que pagaron 3,75 euros por acción en su salida a bolsa.
Menos de un año después, tras la quiebra y el rescate, sus títulos no valían casi nada. Esta sentencia podría abrir ahora la puerta a nuevas reclamaciones. Un error, el ocultar información, que ha devuelto a Francisco la tranquilidad, después de meses peleando por sus ahorros.