Los nuevos contratados, desde que comenzaron a trabajar anoche, no han parado de recibir insultos por parte de trabajadores y también por parte de gente de la calle. Los llaman esquiroles pero ellos hacen oídos sordos a las críticas y continúan con las labores de limpieza.
De momento ya han recogido más de 460 toneladas. El ayuntamiento asegura serán las propias empresas concesionarias las que asuman los gastos de estas horas extras por incumplir los servicios mínimos. Los sindicatos, por su parte, ya han anunciado que van a denunciar al ayuntamiento por violar el derecho a la huelga y también por contratar a operarios a través de empresas temporales para cubrir los servicios mínimos.
Poco a poco las calles de Madrid van quedando limpias de basura. Tras varios días mirando para otro lado, el ayuntamiento de la capital encargaba a la empresa pública Tragsa acabar con la suciedad.
Pero no ha sido fácil porque la propia Tragsa está inmersa en un proceso de ERE y los trabajadores de sus plantas de Valencia, Murcia, Guadalajara y Valladolid se han negado a trabajar. Sí han acudido empleados de Ávila y Segovia pero no han sido suficientes y se ha recurrido a la contratación exprés a través de Empresas de trabajo temporal.
Casi todos se sentían culpables por aceptar la oferta pero hay algunos que están en paro o tienen niños y necesitan el dinero. Allí les esperaban piquetes que pedían comprensión.
A las cuatro de la mañana comenzaba el primer turno de trabajo. Ana Botella ha estado en la calle para seguir el inicio de las tareas de limpieza y el ayuntamiento ha asegurado que Tragsa seguirá trabajando hasta que no se desconvoque la huelga. Los sindicatos dicen que se ha violado el derecho a la huelga. CCOO ya ha presentado una denuncia para verificar la contratación a través de ETTS.
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