Tsipras defendió el acuerdo, aseguró que permitirá salvaguardar la "estabilidad financiera" y manifestó su esperanza de que algunas de las medidas pactadas, como el paquete de inversiones, la renegociación de la deuda, o el punto final al debate sobre la salida del euro, ayuden a calmar a los inversores y a contrarrestar las medidas recesivas que incluye el programa.
"Creo que el pueblo reconoce el combate difícil que hemos tenido y que en esta ocasión el peso de las medidas será mejor repartido entre la sociedad", añadió el líder izquierdista a su salida de la cumbre de líderes de la eurozona que duró 17 horas.
"Conseguimos ganar la reestructuración de la deuda y una financiación segura a medio plazo", subrayó, en alusión a la mención a una posible mejora de las condiciones de pago que incluye el programa y al desembolso de entre 82.000 y 86.000 que incluirá el rescate.
Pese a todas las concesiones que ha tenido que hacer el Gobierno izquierdista respecto a sus aspiraciones iniciales y haberse comprometido a aceptar nuevamente una tutela de las instituciones (Comisión Europea, Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional), Tsipras prometió que "seguiremos luchando para restablecer la soberanía nacional".
Ahora "hay que luchar contra la oligarquía que llevó el país hasta aquí", concluyó.
Siete jornadas convocadas
La huelga de autobuses volverá el 11 de noviembre en caso de no haber acuerdo
Este lunes fue la primera jornada de una huelga que podría ser indefinida si patronal y sindicatos no se ponen de acuerdo sobre la jubilación anticipada que solicitan los trabajadores del sector del transporte de viajeros por carretera.