Los usuarios acogidos a la tarifa eléctrica de último recurso (TUR), unos 20 millones de hogares y pymes, pagarán a partir del 1 de enero recargos en el recibo de la luz si sobrepasan determinados límites de consumo mensuales, una medida con la que se prevé recaudar 280 millones de euros en 2013.
Estos recargos, del que quedan exentos los grandes consumidores de energía, oscilan entre los 0,00138 y los 0,01546 euros por kilovatio hora, según la orden de peajes eléctricos para el primer trimestre del año que ha remitido el Gobierno a la Comisión Nacional de la Energía.
En virtud de la orden, se introduce el factor de progresividad sobre los peajes eléctricos con el objetivo de incentivar el consumo responsable de energía. Por otra parte, los peajes de acceso quedan congelados a precios de abril, como anunció el ministro de Industria, Turismo y Energía, José Manuel Soria, quien en reiteradas ocasiones ha explicado que el objetivo del Gobierno es que la variación de la tarifa dependa únicamente de lo que dicte el mercado.
En la memoria que acompaña a la orden se asegura que al congelarse los peajes de acceso "no se prevén alteraciones sobre el IPC y por tanto sobre la competitividad de la economía española, ni impactos negativos sobre el conjunto de la actividad económica".
En cuanto a la introducción de la progresividad en los peajes para los usuarios con potencias instaladas inferiores o iguales a los 10 kilovatios que tengan un consumo superior a la media, el coste por hogar no será elevado y la medida contribuirá a impulsar un consumo de energía eléctrica mas responsable, añade la memoria.
La TUR, que se revisa trimestralmente, resulta de la suma de dos componentes: los peajes, que retribuyen los costes regulados del sector y que fija el Gobierno, y el precio de la energía que resulta de las subastas denominadas Cesur.
Actualmente pueden acogerse a esta tarifa únicamente los usuarios con potencias contratadas inferiores o iguales a los 10 kilovatios.