El juez responsable del caso del accidente de tren en Santiago de Compostela, Luis Aláez, sostiene que "hubo decisiones al más alto nivel dentro de Adif que comprometieron la seguridad de los pasajeros, anteponiendo intereses comerciales". Al respecto, las víctimas coinciden plenamente con el juez. 

Una víctima es Cristóbal, que pasó un mes ingresado y busca responsables. Por ahora el único imputado por el accidente sigue siendo el maquinista, pero Cristóbal se agarra con optimismo al último y durísimo auto del juez, en el que critica que ADIF trasladase a Garzón toda la responsabilidad. 

Aláez afirma que "la existencia indudable de una conducta negligente o meramente descuidada del maquinista no excluye la responsabilidad de ADIF". Lo hace en 14 folios que afirman que Adif jugaba con la vida de las personas. 

El magistrado insinúa que la decisión de sustituir el sistema ERTMS por el ASFA se debió a motivos comerciales. Es decir, sabían, que ponían en riesgo la vida de los pasajeros. De este modo, el auto supone un paso positivo  para Cristóbal y las demás víctimas a las que representa.

Además, para los sindicatos, la decisión del juez también es definitoria. A lo largo del proceso se conocerá  si se imputa o no  a más responsables.

Mientras, todos esperan que sea Aláez quién culmine el proceso, a pesar de que el magistrado haya pedido cambiar de juzgado y dejar el caso.