La seguridad aeroportuaria estaba viviendo una revolución en cuanto al escaneo de los equipajes de mano. Los antiguos detectores de rayos X, que sólo podían analizar recipientes con un máximo de 100 mililitros, estaban siendo sustituidos por nuevos escáneres C3, que permitían registrar los envases de líquidos, sin importar la cantidad, y por sistemas EDSCB, con sistema de detección de explosivos para los equipajes de mano, que mejoraban la experiencia del pasajero.

Sin embargo, a finales de julio, la Unión Europea frenó estos cambios con reformas, de carácter temporal, en el Reglamento de Seguridad de la Aviación. Estos cambios obligarán a los clientes a volver a tener que clasificar sus líquidos y geles en envases de 100 mililitros, como máximo, y tener que mostrarlos a parte, junto a los dispositivos electrónicos en los controles. Estableciendo un retroceso en cuanto a comodidad, que entrará en vigor a partir del 1 de septiembre de 2024.

Pese a que tanto las tecnologías EDSCB y los escáneres C3 habían recibido los sellos "EU Stamp" o la marca "EU Stamp pendiente", la Comisión Europea estima que necesitan ser revisadas para mejorar su rendimiento: "Como medida de precaución, para mantener la seguridad del transporte aéreo, se debe introducir una limitación al volumen máximo de los recipientes individuales de LAG, que puedan ser examinados por cualquiera de las configuraciones de equipos EDSCB estándar C3 actualmente aprobadas", recoge el documento aprobado por la Comisión Europea.

Asimismo, el documento también informa de que "todas las configuraciones de equipos EDSCB estándar C3 aprobadas, según lo establecido en el punto 12.4.2.8 del Anexo del Reglamento de Ejecución (UE) 2015/1998, que recibieron la marca "EU Stamp" antes de la fecha de entrada en vigor de este Reglamento, deberán operar en conformidad con el concepto de operaciones para el estándar C3 EDSCB, pero con un límite de volumen máximo para el examen de recipientes individuales de LAG que no exceda los 100 ml".

Según ACI Europe, asociación internacional de aeropuertos que representa, lidera y defiende los intereses de la industria aeroportuaria, estos cambios: "Reducirán el flujo de pasajeros en los controles de seguridad de los aeropuertos que han implementado los escáneres C3, lo que resultará en una tensión operativa significativa, cuya mitigación requerirá la contratación de personal adicional y la reconfiguración de los puntos de control de seguridad, donde sea posible", han manifestado en un comunicado.

Además, la organización también alude a los costes de invertir en seguridad: "Comprar escáneres C3 es, en promedio, ocho veces más caro que las máquinas de rayos X convencionales que están reemplazando, mientras que los costos de mantenimiento operativo son cuatro veces mayores".

Por otra parte, Olivier Jankovec, director general de ACI EUROPE, ha expuesto que “la seguridad es innegociable, está en lo más alto de las prioridades para los aeropuertos de Europa. Por lo tanto, todos los aeropuertos cumplirán plenamente con la nueva restricción. Sin embargo, la realidad es que los aeropuertos que han sido pioneros en adoptar esta nueva tecnología están siendo fuertemente penalizados tanto operativa como financieramente".

"Habían tomado la decisión de invertir y desplegar escáneres C3 de buena fe, basándose en que la UE había aprobado este equipo sin ninguna restricción. La decisión de imponer ahora restricciones significativas a su uso cuestiona la confianza que la industria puede tener en el actual sistema de certificación de la UE para equipos de seguridad en aviación. Necesitamos aprender de esta situación y asegurarnos de que el sistema de certificación de la UE brinde la certeza legal y la estabilidad operativa necesarias en el futuro”, ha añadido.