La gestión de José Ignacio Wert al frente de la política educativa del país continúa generando muchos quebraderos de cabeza para los estudiantes. El ministro tiene a profesores, padres y alumnos en su contra por una polémica ley que introduce la asignatura de religión para computar en la nota media, fomenta la segregación en los centros y monetiza una enseñanza muy recortada. Una de las medidas más polémicas de la llamada ‘Ley Wert’ es el endurecimiento de criterios para acceder a las becas, algo que, consideran los alumnos, establece un sistema educativo de clases, donde solo estudian los que más tienen.

Las numerosas 'mareas verdes' que han pintado las calles de toda España y las sucesivas huelgas de toda la comunidad educativa no han conseguido modificar el afán reformista del ministro Wert, que se ha quedado totalmente solo en la defensa de su gestión. El político popular maneja conceptos como diálogo y consenso, pero en la práctica su discurso siempre queda desacreditado. El último ejemplo, la modificación en los criterios de acceso a las becas Erasmus.

El Ministerio de Educación publicó el pasado 29 de octubre en el BOE la orden por la que se establecen las bases reguladoras de la aportación complementaria del Estado a los Centros del Espacio Europeo de Educación Superior para estudiantes de Universidades, Instituciones de Enseñanza Superior y de Ciclos Formativos de Grado Superior participantes en el programa Erasmus para el curso académico 2013/2014. Y hay sorpresas.

Según se recoge en el texto, "son beneficiarios de la subvención los estudiantes seleccionados para su participación en el programa Erasmus en el curso 2013-2014, de acuerdo con los requisitos establecidos en la normativa reguladora del programa de Aprendizaje Permanente, y que a su vez hayan sido beneficiarios de una beca de las denominadas de carácter general concedida por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte durante el curso 2012/2013".

Esto supone que el tramo aportado por el Estado a estas becas quedará ampliamente reducido, ya que miles de jóvenes no fueron beneficiaros de la beca de carácter general que concede el ministerio. Para muchos de los estudiantes esta medida es una noticia muy desagradable. El curso universitario comenzó hace dos meses y los Erásmus ya contaban con ese dinero para vivir durante un año en los distintos países de acogida. Por ello, los alumnos afectados han comenzado a movilizarse en las redes sociales y, a través del hashtag #ErasmusRIP, expresar su indignación con este nuevo recorte. También han habilitado una recogida de firmas en la plataforma Change.org para intetar que "la vida Erásmus no desaparezca". Ya suman más de 13.000 firmas.