Guerra comercial
Un 10% adicional para acabar con el "desequilibrio": el arancel universal de Trump ya afecta a todos sus socios comerciales
¿Por qué es importante? Según la orden firmada por el magnate hace unos días, su pretensión es reequilibrar los flujos comerciales globales mediante la imposición de un impuesto 'ad valorem' a todas las importaciones de todos los países con los que comercia.

Resumen IA supervisado
Donald Trump ha decidido aumentar los aranceles un 10% para todos los países con los que Estados Unidos comercia, como Brasil, Reino Unido o Emiratos Árabes, a partir de este sábado. Esta medida busca corregir los déficits comerciales que, según Trump, han perjudicado la industria y seguridad nacional de EE.UU. Aunque México y Canadá están exentos de este arancel 'ad valorem', ya enfrentan un 25% en automóviles importados. La UE, liderada por Ursula Von der Leyen y con apoyo de Emmanuel Macron, prepara una respuesta negociadora aunque no descarta represalias. China ya ha anunciado gravámenes del 34% como respuesta. Trump mantiene la potestad de modificar tarifas según las reacciones internacionales.
* Resumen supervisado por periodistas.
Para Donald Trump las diferencias entre los aranceles impuestos hasta ahora por Estados Unidos con respecto a los que marcan sus socios comerciales han contribuido a los grandes y persistentes déficits anuales del comercio de bienes estadounidense, pero el magnate no está dispuesto a que esa situación continúe.
En una de sus tantas órdenes ejecutivas desde que entrara de nuevo a la Casa Blanca el pasado mes de noviembre como el primer presidente convicto, Trump no dudaba en desvelar una crónica de una muerte anunciada hace unos días: los aranceles suben y habrá uno de un 10% para todos los países con los que comercia, unos 200 según un listado adjunto al documento hecho público en la web de la Casa Blanca, entre ellos Brasil, Reino Unido o Emiratos Árabes.
Una medida que entraba en vigor este mismo sábado a las 6:01 de la mañana (00:01 horas en Estados Unidos), hasta que, según el líder republicano, se resuelvan las condiciones subyacentes que causan los desequilibrios comerciales que viene denunciando desde hace meses. Un límite temporal que ni él mismo conoce, pues esta situación depende de distintos factores. El magnate quiere acabar con lo que considera una tomadura de pelo: el proteccionismo de otros países frente a la bondad estadounidense. "Tales desequilibrios han devastado nuestra base industrial, han puesto nuestra seguridad nacional en riesgo", afirmaba en su anuncio.
Emergencia nacional
Tal y como recoge la Casa Blanca en la orden ejecutiva, entre ellos se sitúa la balanza comercial en la que EEUU presenta déficit, así como la situación de la industria manufacturera norteamericana. Además, pretende revertir que EEUU siga contando con una de las tasas arancelarias promedias más bajas del mundo. Un escenario de "emergencia nacional" que califica de "amenaza", la cual está dispuesto a "mitigar y resolver".
Con el objetivo de fortalecer la manofactura nacional, además de la seguridad económica, Trump opta por implementar estos aranceles a gran parte del mundo. Eso sí, hay algunos países como México y Canadá que no se verán afectados por este arancel 'ad valorem'. Algo que, en cambio, no corresponde a un acto de benevolencia, sino a que semanas antes la Administración del republicano ya impuso un 25% a los automóviles importados a EEUU desde estos países vecinos.
Los gravámenes del republicano no se quedan ahí. Lo impuesto a los coches también se ha trasladado a productos como el aluminio y el acero, que de esta vuelta se libran, porque en la anterior no pudieron evitarlo. De hecho, en esta ocasión esos aranceles del 25% a estos dos productos no solo afectaban a las exportaciones canadienses y mexicanas, sino que también a las europeas. Ya entonces, el comercio mundial empezó a observar con recelo el futuro próximo.
Eso sí, Trump se guarda un as bajo la manga garantizándose la potestad de modificar las tarifas y así asegurar la eficacia de su política de aranceles recíprocos, que ya ha dejado estrepitosas caídas en todos los mercados del mundo. Una ineficacia que se admite en el caso de que alguno de los socios comerciales tome represalias. En definitiva, si hay respuesta, el republicano replicará.
Los específicos
Habrá que esperar para conocer esta respuesta, a pesar de que algunos países como China no hayan dudado en imponer represalias comerciales a la medida, ni más ni menos que gravámenes del 34% a partir del 10 de abril. Precisamente, justo un día antes echarán a andar los aranceles específicos de Trump.
Mientras tanto, la UE prepara una respuesta común con una Ursula Von der Leyen negociadora frente a un Emmanuele Macron que exige una respuesta contundente. La presidente del Parlamento Europeo, respaldada por la mayoría de líderes europeos, entre ellos Pedro Sánchez, apuesta por abrir de inmediato una negociación con Estados Unidos, pero dejando abierta la posibilidad de responder imponiendo sus propios impuestos a los productos de Estados Unidos.
El líder francés, por su parte, ha recibido la imposición como una agresión "brutal e infundada" de Trump hacia la Unión Europea.
Por su parte, Trump se muestra encantado con la situación y con recibir llamadas de todos los países. "Los aranceles nos dan un gran poder para negociar. Siempre lo han hecho", aseveraba este viernes sin cortapisas. Y es lo que toca: negociar.