Han pasado ya dos años y nada se sabe de las 219 niñas secuestradas por Boko Haram. De nada ha servido la campaña mundial lanzada para encontrarlas. El Gobierno y el Ejército nigeriano aseguran que siguen buscándolas, pero el resto del mundo apenas ha hecho nada más, excepto indignarse. La ONU denuncia que la situación en la región es terrorífica.