Un nuevo terremoto ha golpeado la ya azotada costa ecuatoriana. De magnitud 6,1 y a sólo 100 kilómetros de la zona cero, donde los bomberos únicamente sacan cadáveres tras 84 horas del primer terremoto. Los fallecidos han ascendido a 525, más de 100 desaparecidos y 22.000 personas se han quedado sin casa. La OMS alerta del riesgo de epidemias.