EEUU, Rusia y la Unión Europea sellan un pacto para rebajar la tensión en la crisis ucraniana. Han acordado que se desarmen los grupos paramilitares y que sean los ucranianos los que resuelvan el conflicto. Los grupos paramilitares todavía controlan edificios oficiales en quince ciudades del este del país y deberán abandonarlos en virtud de ese acuerdo. A cambio, habrá una amnistía para los prorrusos que se han levantado contra Kiev.