El controvertido Título 42, la norma que permitía la expulsión en caliente de migrantes en Estados Unidos por motivos de salud pública, ha llegado a su fin este jueves a las 21:59, hora de la fronteriza localidad texana de El Paso, donde las autoridades han corrido contra reloj para prepararse ante un mayor flujo de personas.
Impuesto durante la Administración de Donald Trump, alabado por republicanos, denostado por activistas de derechos humanos y mantenido por el Gobierno de Joe Biden, pese a las críticas de su propio partido, el levantamiento del Título 42 ha desatado rumores y una nueva batalla política entre progresistas y conservadores.
Entretanto, frente a la valla fronteriza entre México y EEUU, a unos 15 kilómetros al este de El Paso, este jueves reinaba la calma. En el lado norte, periodistas y agentes de la Patrulla Fronteriza permanecían apostados. Al sur del muro, de 5,5 metros de altura, unos 400 refugiados esperaban, entre la valla y el río Bravo, ser procesados y trasladados a los centros que gestionan las autoridades.
A las 15:15 comenzaba la operación de los agentes fronterizos, que trasladaron a los migrantes más vulnerables, sobre todo menores, en un autobús y varias furgonetas. El jefe de la Patrulla Fronteriza a nivel nacional, Raúl Ortiz, apuntó que la operación se prolongaría 24 horas. Un agente fronterizo insistió por su parte en que la prioridad había sido llevarse a los niños, aunque agregó que la temperatura suave no supondría un peligro para los que todavía esperaban.
"A partir de esta noche, la gente que llegue a la frontera sin utilizar las vías legales se considerará no apta para recibir asilo. Estamos listos para procesar y apartar de manera humana a los que no tengan base legal para permanecer en EEUU", ha indicado el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, que ha advertido sobre "las mentiras de los traficantes de personas": "La frontera no está abierta", ha aclarado.
Del Título 42 al Título 8
A partir de este momento, se aplicará a los refugiados que entren en el país el Título 8, la norma que históricamente ha regido la migración en el país norteamericano. Además, la Administración Biden ha anunciado nuevas medidas que restringen el acceso a la solicitud de asilo en la frontera con México.
Estas nuevas medidas consideran "no aptos" para solicitar asilo a los migrantes que crucen de manera irregular la frontera y que no hayan pedido protección en un tercer país durante su travesía hacia EEUU.
Sin embargo, desde el sector más ultraconservador del Partido Republicano se ha propagado la información de que el levantamiento del Título 42 supone, en la práctica, una política de puertas abiertas a la migración. "Mientras el Presidente Biden abre las compuertas a más inmigración ilegal, Texas resiste", insistía esta tarde el gobernador de dicho estado fronterizo, Greg Abbott.
El Ejército apoyará las labores de vigilancia con 1.500 soldados, el estado ha enviado refuerzos de la Guardia Nacional y la ciudad de El Paso ha habilitado 4.500 camas para recibir a refugiados que hayan superado la criba policial y ha colaborado con las agencias de seguridad para desalojar un campamento de migrantes que se instalaron hace algunos días en torno a una iglesia en el centro de la ciudad.