La alcaldesa de Las Vegas, Carolyn Goodman, ha protagonizado la polémica en Estados Unidos después de que ofreciera a la población de la ciudad como 'grupo de control' para observar qué ocurriría y cómo sería el avance de la epidemia sin distanciamiento social.

Así lo aseguró en una entrevista con el reconocido periodista Anderson Cooper, de CNN, en la que también respondió a quien le insta a realizar más test que ese no es su trabajo.

"Me ofrecí para ser un grupo de control y nuestro estadístico me dijo que no se puede hacer eso porque la gente de todas partes del sur de Nevada viene a trabajar a la ciudad", explicaba la alcaldesa en la entrevista.

Tras ello, continuaba, pensó: "'Eso es terrible, porque cuando tienes una enfermedad, tienes un placebo que obtiene el agua y el azúcar y luego obtienes los que realmente reciben la vacuna". "Nos encantaría estar del lado del placebo para tener algo contra lo que medirse", añadió.

En dicho encuentro, la alcaldesa también instó a las empresas de la ciudad a "satisfacer las necesidades del público": "Su trabajo es descubrir qué necesita el público, no es el trabajo del alcalde".

Sin embargo, desde la Junta de Control de Juegos del Estado se ha otorgado unas pautas a las empresas y se ha solicitado a las mismas que elaboren planes de reapertura y los pongan en común al menos con siete días de antelación a reanudar las operaciones.

"Quiero que todo vuelva. Nunca cerramos los Estados Unidos. Nunca cerramos Nevada. Nunca cerramos Las Vegas porque ese es nuestro trabajo. La capital mundial del entretenimiento donde todo está limpio", ha reivindicado la alcaldesa.