El director de la Defensa Civil de Siria, más conocida como 'cascos blancos', Raed al Salé, ha alertado de que los habitantes del este de Alepo, zona controlada por la oposición y sometida al sitio del Gobierno, están a menos de diez días de morir por el hambre y la falta de medicamentos.
En la parte oriental de Alepo viven actualmente unas 275.000 personas que están a la espera de que se alcance una tregua humanitaria duradera que permita a Naciones Unidas y sus socios llevar ayuda de forma regular.
"No te puedes ni imaginar cuál es la situación", ha dicho Salé en una entrevista a Reuters. "Los médicos y los equipos de rescate en Alepo están trabajando con lo que ha quedado después de los bombardeos para hacer todo lo que les sea posible".
De acuerdo con su relato, los médicos tienen que decidir con quién emplear los medicamentos ante la falta de suministros. "No pueden aceptar a todo el mundo porque no hay suficiente material ni suficientes médicos", ha apostillado.
Lo mismo ocurre con los 'cascos blancos', que han perdido el 50% de sus equipos de rescate en los dos últimos meses. "Hemos consumido todo el 'stock' de kits de ayuda y nuestros centros han consumido todas las máscaras antigás", ha detallado.
"Tememos que en diez días nos quedemos sin combustible para las ambulancias", ha añadido.
Salé ha señalado la importancia de que el personal humanitario pueda usar máscaras antigás porque, según su versión, los 'cascos blancos' han tenido que atender unos diez ataques con cloro en Alepo en los últimos días.