Un terremoto de magnitud 7,3 en la región de Fukushima ha sorprendido en plena noche a la población con fuertes temblores y cortes de electricidad que han afectado a varios puntos de Japón. El seísmo, cuyos daños evalúan las autoridades niponas, ha revivido los temores del desastre de 2011 tan solo días después de su aniversario.
El terremoto ha tenido lugar a las 23:36 horas (hora local) frente a las costas de Fukushima y Miyagi y a una profundidad de 60 kilómetros, según la Agencia Meteorológica de Japón (JMA). En un primer momento, se activó la alerta de un posible tsunami en la zona, aunque esta posteriormente ha quedado descartada.
El seísmo ha llegado a alcanzar el nivel seis alto en la escala nipona, de un máximo de siete y centrada en medir la agitación en la superficie y las zonas afectadas, más que en la intensidad del temblor. También el Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS) situaba el epicentro del terremoto frente a la región de Fukushima.
Apagones e incidencias en centrales nucleares
El terremoto se ha notado con fuerza en otras zonas del este y el centro de Japón, donde ha dejado fuertes temblores y amplias interrupciones del suministro eléctrico. Según la radiotelevisión japonesa 'NHK', el seísmo deja al menos dos muertos y cerca de 90 heridos, la mayoría de ellos en las prefecturas de Miyagi y Fukushima.
Además, el seísmo ha afectado a los sistemas de refrigeración de combustible nuclear en la central de Fukushima Daini. La operadora de la planta logró resolver el problema tras recuperar la alimentación eléctrica e informó de una falsa alarma antiincendios en Fukushima Daiichi, la antigua central en proceso de desmantelamiento.
El regulador nuclear del país ha informado de que no se han registrado aumentos de la radioactividad en las centrales o en sus proximidades y el primer ministro, Fumio Kishida, ha afirmado que "no se han detectado irregularidades" significativas en las centrales.
No obstante, más de dos millones de viviendas se quedaron sin luz tras el seísmo en Tokio y alrededores, donde también quedaron interrumpidos los servicios de trenes locales y regionales, mientras que en la región de Tohoku más de 156.000 perdieron también el suministro eléctrico.
Además, varias líneas ferroviarias de alta velocidad se vieron interrumpidasen el noreste del país, mientras que también se han cerrado por precaución diversos tramos de autopistas, así como elaeropuerto de Haneda en la capital.
El terremoto también ha provocado graves alteraciones del transporte ferroviario en todo el país, entre ellas el descarrilamiento de un tren bala con destino a Tokio con un centenar de pasajeros a bordo, sin que se produjeran heridos graves.