Los refugiados que quedan en Idomeni esperan que en cualquier momento los desalojen, algo que después de tanto sacrificio sería una gran desesperanza porque se les cierran las puertas de Europa. Un destino, que intentan alcanzar por todos los medios, y del que se aprovechan las mafias. Con el preacuerdo de la UE con Turquía y el aumento de la vigilancia, los traficantes de refugiados buscan nuevas rutas con las que tener acceso a Occidente.