El Ejército paquistaní informó que ha liberado al canadiense Joshua Boyle, su esposa estadounidense Caitlan Coleman y sus tres hijos, tras recibir información de Estados Unidos de que habían sido transferidos a Pakistán desde Afganistán, donde fueron secuestrados por los talibanes en 2012.
"Todos los rehenes han sido recuperados sanos y salvos y serán repatriados a su país de origen", indicó en un comunicado la oficina de comunicación militar paquistaní (ISPR). Los militares afirmaron que la inteligencia estadounidense les informó de que los secuestrados habían sido trasladados a territorio paquistaní el 11 de octubre a través de la zona tribal de Khurram, fronteriza con Afganistán.
"El éxito subraya la importancia de compartir inteligencia y el compromiso de Pakistán en la lucha contra esta amenaza a través de la cooperación entre las dos fuerzas (estadounidenses y paquistaníes) contra el enemigo común", aseguró el ISPR.
Boyle y Coleman fueron secuestrados en 2012 en Afganistán, adonde habían viajado como parte de un periplo por varias exrepúblicas soviéticas centroasiáticas, entre ellas Uzbekistán, Kirguizistán y Tayikistán.
Los talibanes publicaron en diciembre de 2016 un vídeo de la pareja acompañada por dos de sus hijos nacidos en cautiverio, en el que pedían ayuda al todavía presidente de EEUU, Barack Obama, y a su sucesor, Donald Trump.
"Hoy es 3 de diciembre de 2016. Hemos esperado desde 2012 para que alguien entienda nuestros problemas, pedimos que rápido, en nuestro cuarto año de prisión, se alcance un acuerdo para que obtengamos la libertad", aseguró entonces Coleman en el vídeo.
La estadounidense pedía a Obama que, sabedora de la importancia que éste da a su "legado", diese a sus captores alguna de sus reclamaciones para que pudieran "abandonar la región de manera permanente" y a Trump le solicitaba que les entregase dinero.
Por su parte, su marido, el canadiense Boyle, rogaba en el vídeo a los servicios exteriores de Canadá y Estados Unidos que, por el bien de sus hijos, atendiesen las demandas de los talibanes. "A lo mejor pensáis que mi familia se podría ir de aquí si quisiéramos, pero solo podemos prometer que no podemos. Probablemente subestimáis la ignorancia y arrogancia de esta gente", subrayaba entonces Boyle.
La liberación de Boyle, Coleman y sus hijos se produce en un momento de tensiones entre Pakistán y EEUU, después que Trump afirmase el 21 de agosto que Islamabad tenía "mucho que perder" si continúa "albergando" a terroristas.
Islamabad negó las acusaciones y pospuso varios viajes oficiales entre ambos países, entre ellos el del ministro de Exteriores, Khawaja Asif, quien viajó a Washington siete semanas después. El Parlamento paquistaní aprobó por unanimidad el 30 de agosto una resolución que proponía el cierre de las rutas de abastecimiento hacia Afganistán para las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN.