La joven activista tunecina, "Amina Tyler", que saltó a la fama por mostrar su busto desnudo para denunciar la moral conservadora de su país, continuará encarcelada en la ciudad de Qairauán tras ser acusada por la Fiscalía de "profanación del espacio sagrado de un cementerio y atentado contra las buenas costumbres", ha informado su abogada Boshra Bel Hach Hamida.
Amina, representante del grupo radical feminista Femen en Túnez fue detenida el 19 de mayo en Qairauán, considerada la cuarta ciudad más sagrada del islám. Allí, la joven de 19 años dibujó en un pequeño muro de un cementerio el nombre de la organización feminista Femen.
En el juicio, seguidores de la corriente salafí y de "Ansar al Sharia" -Los partidarios de la Ley Islámica- se concentraron ante los juzgados para mostrar su radical condena a Amina, que cuenta con la simpatía de numerosas personalidades de la sociedad civil, y para pedir que se le aplique la ley islámica.
En unas declaraciones difundidas en la prensa nacional, el presidente de la organización civil de corte salafí "Asociación moderada para la Concienciación y la Reforma", Adel Almi, instó a que Amina sea "castigada".
Almi, que ya sugirió el pasado marzo que la activista tunecina debería ser azotada y lapidada, atacó a la supuesta "élite" que apoya a Amina y amenazó con organizar una sentada de protesta ante el Ministerio de Interior.
"Esa joven, según la ley islámica, merece recibir entre 80 y 100 latigazos, pero lo que hizo supera eso por mucho, por lo que merece ser lapidada hasta la muerte", dijo este religioso el pasado marzo después de que se difundiera de manera masiva el semidesnudo de protesta protagonizado por Amina en internet.
En la concentración, que estuvo rodeada de un importante despliegue policial, participó el portavoz de "Ansar al Sharia", Saifedín Rais, que condenó a las tres jóvenes europeas, dos de nacionalidad francesa y una tercera alemana, que fueron detenidas tras enseñar sus pechos frente al Palacio de Justicia de Túnez en solidaridad con Amina.
"Si dos egipcios o tres libios hubieran protestado frente al tribunal para pedir mi liberación, Estados Unidos hubiera intervenido militarmente y con el Ejército", dijo Rais en unas declaraciones recogidas por una página web salafí.
Asimismo amenazó con echar de la ciudad a cualquier integrante de Femen que se desplace a Qirauán. "Rechazamos en Qairauán a corruptas como esas y si vienen, pedimos a todos los jóvenes y a los hombres de Qairauán que expulsen a esa basura", subrayó Rais ante un grupo de gente.
La bogada de Amina ha confesado que el equipo de la defensa se planteó boicotear la sesión "por los insultos que recibieron por parte de algunos abogados salafíes presentes en la sala".
El ministerio de Asuntos Religiosos tampoco se ha mantenido ajeno a la polémica y mostró su condena ante lo que calificó como "actos provocadores contrarios a las buenas costumbres morales y a los valores del pueblo musulmán".
"El pueblo tunecino preservará su identidad y valores a pesar de las tentativas de imponer un modelo de comportamiento contrario a sus costumbres", afirmó el ministerio en un comunicado en el que reclamó que se traten "este tipo de comportamientos irresponsables e imprudentes con firmeza".