Durante los últimos 40 años, 156 personas han sido exculpadas de la pena de muerte en Estados Unidos, y ahora varios de estos supervivientes del sistema de justicia americano, como les gusta llamarse, se han reunido en un documental para contar su experiencia en el corredor de la muerte.

Shujaa Graham pasó nueve años en el corredor de la muerte, y 30 después de haber sido liberado, sigue sin olvidar: "Cuando me declararon culpable, si hubiera tenido la más mínima idea de lo que iba a sufrir, habría suplicado que me matasen".

La historia de Shujaa comienza con 18 años, cuando roba 35 dólares y es condenado a cadena perpetua. A él no le pareció justa ni su condena ni el trato que algunos presos recibían en la cárcel, motivo por el cual se produjo una revuelta en la que murió un guardia. Entonces, decidieron que el culpable había sido él.

Ron es otro ejemplo. Estuvo dos años condenado a muerte hasta que el verdadero asesino, un policía, confesó el crimen sólo nueve días antes de su ejecución. "Algunos no han vuelto a hablar o no se han duchado años, tiran la toalla. Quizá no mueran de cuerpo, pero sí de mente", explica.

Gracias a la lucha de terceras personas, Ron y Shujaa fueron exculpados. Ahora ellos también pelean para que otros puedan ser liberados.