El cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, que ha salido al balcón de la Plaza de San Pedro como el papa Francisco I vestido todo de blanco y con una sencilla cruz que le colgaba, ha impartido su primera oración Urbi et Orbi y, antes, ha pedido a sus hermanos que recen por él.
El protodiácono, el cardenal francés Tauran ha dado el anuncio a las 20.12 desde el balcón central de la Basílica de San Pedro después de la fumata blanca a las 19.06, mientras que los fieles gritaban viva el papa.
"Parece que mis hermanos cardenales han ido casi al fin del mundo", ha dicho en relación a la celebración del Cónclave que le ha elegido 266 Papa de la historia de la Iglesia Católica. Bergolio ha pedido también orar por el papa emérito Benedicto XVI y han rezado las oraciones del Padre Nuestro, Ave María y Gloria en italiano.
Además, antes de impartir la Bendición Urbi et Orbi, ha solicitado un favor de "obispo a su pueblo" y es rezar por él, y han dejado un momento de silencio para "la oración del pueblo por su obispo".
También ha señalado que el vicario del papa en la diócesis de Roma, el cardenal Vallini, estaba con él y que esperaba en la evangelización de Roma. Antes de finalizar, el nuevo Pontífice Francisco I ha remarcado que "se inicia un camino juntos su obispo y su pueblo" un camino "de fraternidad, amor y confianza mutua" y ha insisitido en que recen por él.
En su despedida, el nuevo pontífice ha indicado que este jueves rezará a la virgen para que cuide a toda Roma y ha saludado a los fieles diciendo "nos vemos pronto, buenas noches".
El nuevo pontífice dormirá en la misma habitación en la casa de Santa Marta en donde permanecerá unas semanas viviendo ahí, en una suite preparada para el nuevo Papa.