El Tribunal de Casación egipcio ha anulado la condena a muerte contra el líder de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badía, y otros 13 miembros de este grupo por crear la llamada "sala de operaciones de Rabaa al Adauiya" con el objetivo de hacer frente a las autoridades.
El juez de la corte, Adel al Shorbagui, ordenó también que se repita el juicio contra otros 22 islamistas condenados a cadena perpetua en el mismo caso.
Sobre el guía supremo de los Hermanos Musulmanes pesa otra pena capital, por el caso de la fuga de la cárcel de Wadi Natrun durante la revolución de 2011, que derrocó al entonces presidente Hosni Mubarak y que fue confirmada el pasado junio.
Los acusados afrontan el cargo de haber creado la "sala de operaciones de Rabaa al Adauiya" para preparar un plan terrorista destinado a incendiar y destruir instalaciones y servicios gubernamentales, como comisarías, iglesias y secuestrar a autoridades.
Entre los altos cargos de la agrupación procesados en este juicio destacan Mohamed Gazlan, juzgado en rebeldía, Mustafa al Guneimi y Saad al Huseini.
Cientos de personas han sido sentenciadas a pena de muerte en los últimos dos años en Egipto en macrojuicios que las organizaciones de derechos humanos han criticado por no respetar los principios de un proceso justo y por la severidad de las penas, entre otros motivos.
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Desde el golpe militar contra Mursi, dirigente de los Hermanos Musulmanes, las autoridades han perseguido a los simpatizantes, integrantes y líderes de la cofradía, además de a activistas de todo signo político que han mostrado su desacuerdo con el nuevo sistema.