El Parlamento de Turquía ha aprobado la polémica reforma constitucional que entrega todo el poder ejecutivo al jefe de Estado, si llega a respaldarse en un plebiscito cuya celebración se prevé para finales de marzo o comienzos de abril.

El proceso parlamentario arrancó el 10 de enero. Los 18 artículos de la reforma se han votado en dos ciclos de debate. La propuesta obtuvo 339 votos a favor, nueve más del límite de tres quintos necesario para poder llevar a referéndum una reforma constitucional, pero lejos de los dos tercios exigidos para aprobarla directamente en la Cámara.

El partido islamista Justicia y Desarrollo (AKP), en el Gobierno desde 2002, que impulsó la reforma, tiene solo 317 escaños, pero recibió el respaldo de parte de los 39 diputados del Movimiento de Acción Nacionalista (MHP), el menor partido del hemiciclo.

Mientras, las otras dos formaciones, el socialdemócrata Partido Republicano del Pueblo (CHP), y el izquierdista Partido Democrático de los Pueblos (HDP), se opusieron de forma tajante a la iniciativa.

La propuesta ha elevado al máximo las tensiones en el Parlamento turco. La trifulca más grave, que incluso obligó a hospitalizar a una diputada, tuvo lugar el jueves entre varias mujeres miembro de la Cámara, cuando una diputada opositora se encadenó al micrófono para así bloquear los debates.