La Policía francesa interrogó al arzobispo de Lyon, el cardenal Philippe Barbarin, con motivo de las dos investigaciones abiertas por omisión de denuncia en casos de pederastia en su diócesis.
El cardenal no está detenido y este interrogatorio pone fin a las investigaciones, antes de que la Fiscalía decida si archiva o no el caso.
Barbarin niega el conocimiento de los abusos sexuales a los menores, pero reconoció en abril que en esa diócesis se cometieron "errores" en materia de lucha contra la pederastia y en la designación de algunos sacerdotes.
En una reciente entrevista en el diario católico 'La Croix', el papa Francisco defendió la decisión de no apartar a Barbarin de su cargo al afirmar que "sería una imprudencia", porque hacerlo antes de que acabe el proceso "sería declararle culpable".
La Policía francesa investiga las presuntas agresiones sexuales cometidas por el cura Bernard Preynat sobre varios "scouts" entre 1986 y 1991, por las que este ya se encuentra imputado, y por otro párroco contra una adolescente.
Las víctimas consideran que Barbarin no denunció los casos, cubrió a Preynat durante años y le mantuvo en su puesto hasta 2015, mientras que el cardenal rechaza esas acusaciones y ha expresado desde el principio su intención de colaborar con la Justicia.