Los fiscales de Estados Unidos han afirmado que la intención de los partidarios del presidente, Donald Trump, que asaltaron el Capitolio durante la certificación de la victoria de Joe Biden en las elecciones era "capturar y asesinar" a los legisladores.
Así lo han hecho en un expediente judicial, recogido por la cadena de televisión CNN, con el que buscaban mantener bajo custodia a Jacob Anthony Chansley, uno de los participantes en el asalto que se dedicó a agrupar a las personas dentro del Capitolio utilizando un megáfono.
Según la información de la Policía del Capitolio, incluida en el expendiente, la apariencia de Chansley, conocido como el chamán de QAnon, era "notable" porque vestía un tocado, llevaba pintura facial y cargaba con una lanza que medía dos metros de largo. Disfrazado, Chansley se ha convertido en una de las figuras más icónicas del asalto.
"Fuertes evidencias, incluyendo las propias palabras y acciones de Chansley en el Capitolio, apoyan que la intención de la turba era capturar y asesinar a legisladores", han señalado los fiscales en su escrito.
En rueda de prensa, cuestionado sobre la posibilidad de que haya personas que busquen tomar como rehenes a los legisladores de Estados Unidos o asesinarles, el fiscal general del Distrito de Columbia, Michael Sherwin, ha indicado que las autoridades "no tienen ninguna prueba directa de equipos de búsqueda y asesinato".
Cientos de investigaciones abiertas
Además, Sherwin ha trasladado que los investigadores han abierto 275 casos para encontrar a individuos relacionados con el incidente, ya sea por conductas violentas fuera o dentro del Capitolio. En este sentido, ha agregado que este número podría aumentar fácilmente hasta superar los 300 "pronto".
Mientras la investigación continúa, la Justicia continúa presentando cargos contra alguno de los asaltantes cuya identificación se vio facilitada por el contenido que subieron a redes sociales.
Es el caso de Jennifer Ryan, la mujer de Texas que viajó en avión privado a Washington para participar en el asalto, y que documentó todo el proceso en sus perfiles públicos.
Según recoge NBC, en uno de los vídeos a los que ha podido acceder la Justicia, pese a que Ryan lo borró, la mujer aseguraba que "iban irrumpir en el Capitolio" y pedía a sus seguidores que le "desearan suerte".
En otro aseguraba que lo sucedido "era el prólogo de la guerra que está por desencadenarse". También se grabó asegurando que entraría en el Capitolio "viva o muerta".
Ryan ha sido acusada de "desorden público en el Capitolio y de entrar y permanecer en un edificio de acceso restringido sin que se le haya facilitado la entrada".
También han sido acusados dos Policías de Virginia, uno de ellos miembro de la Guardia Nacional, que se ha convertido en el primer miembro del servicio militar en ser acusado por el asalto.
Para prevenir posibles actos similares durante la toma de posesión de Biden el próximo miércoles 20, Facebook ha anunciado que bloqueará los eventos que se organicen en las cercanías del Capitolio ese día.
Este mismo viernes, el FBI ha anunciado la detención en Florida de Daniel Baker, un exparacaidista de la Fuerza Aérea, que estaba reclutando activamente a otras personas para actuar con violencia en una protesta frente al Capitolio de Florida este domingo.
Baker había combatido a Estado Islámico junto a las milicias kurdas en Siria en el año 2017, aseguraba ser "un francotirador entrenado" y había intentado comprar armas en los últimos dos días, según las Fuerzas de Seguridad estadounidenses.