Justo dos días después del aniversario del asalto al Capitolio de Estados Unidos, ocurre algo similar en Brasil. Un grupo de extrema derecha y partidario de Jair Bolsonaro, irrumpe en el Congreso situado en la ciudad de Brasilia.
Un ataque que recuerda mucho al de Enero de 2021. En el que un grupo de seguidores de Donald Trump entró a la fuerza en el Parlamento estadounidense.
Similitudes con el ataque al Capitolio. Mismo mes, casi misma hora y muchos patrones que se repiten. Hay imágenes que lo demuestran:
- Ruptura de ventanas con vallas. Ocurrió primero en 2021 y se repite en Brasilia. Varios asaltantes utilizan las vallas de contención para destruir los cristales del edificio.
- Destrucción de las instalaciones. Una vez dentro, aprovechan para destruir el mobiliario y abrirse paso entre las estancias. Algunos, rompen a puñetazos o con otros objetos, ventanas y muebles.
- Burlas dentro de los despachos. Los maleantes entran en los despachos y se burlan de los políticos. Se sientan subiendo las piernas a las mesas.
- Inmortalizar el momento. Hay quienes han entrado al Congreso para hacerse fotos y grabar vídeos desde el interior. Eso sí, se tapan las caras con pañuelos para que no les reconozcan. Algo, que parecen haber aprendido después de lo ocurrido en Estados Unidos. Allí, están utilizando las grabaciones y fotos para identificar a los asaltantes.
- No había efectivos suficientes. En el Capitolio de Estados Unidos faltó seguridad. No había agentes suficientes para contener la revuelta. Algo que también ha ocurrido en el Congreso de Brasil.
El presidente Lula Da Silva, acusa al gobernador del Distrito Federal de Brasilia, Ibaneis Rocha, y partidario de Bolsonaro, de no haber reforzado la seguridad, pese a conocer la convocatoria de disturbios. Rocha, pidió perdón a Lula a través de un vídeo de twitter, pero aún así ha sido apartado del cargo 90 días.
- Agresiones a los cuerpos de seguridad. En ambos asaltos, ha habido disturbios. Los atacantes más violentos han agredido a los policías.
El motivo. Las revueltas tienen su origen en los rumores de fraude electoral. Tanto Donald Trump en su discurso el mismo día del asalto al Capitolio, como las reiteradas ocasiones en las que Jair Bolsonaro ha hablado del supuesto mal funcionamiento del sistema de votación brasileño, han aumentado la crispación entre sus seguidores.
- El propio Bolsonaro en un directo en su cuenta de Facebook acusaba al actual gobierno de sabotear las urnas: "Los votos que se transmiten a Brasilia van a una urna secreta. Dios mío, el conteo tiene que ser público pero se hace en una sala secreta".
Fraude electoral en Brasil. Incluso en 2018, cuando ganó las elecciones, Bolsonaro habló de fraude. Hubo una segunda vuelta que, según el expresidente brasileño, fue fruto de un supuesto robo de votos por parte de la izquierda.
- El sistema de conteo de votos brasileño es uno de los pocos de todo el mundo que se hace de forma totalmente digital. Según varios estudios, esto reduce las posibilidades de falsificación de votos, y quedarían desmentidas las acusaciones de Bolsonaro.
- Acusaciones muy similares a las de Donald Trump, que después de los resultados de las últimas elecciones, animó a sus seguidores a presentarse en el Capitolio y reclamar su puesto. Hablaba de un recuento fraudulento de las votaciones.
Siguiendo el ejemplo de Estados Unidos. Otra similitud con el ataque al Capitolio, es que en ambos casos el mandatario saliente no reconocía la derrota y no participaba en la ceremonia de cambio de mando.
De hecho, el expresidente de Brasil, continúa utilizando su antiguo cargo en la descripción de su perfil de Twitter.
Reacciones a los asaltos. Bolsonaro solo se ha pronunciado a través de Twitter. Su respuesta al asalto ha sido una leve condena a los actos violentos. Compara los disturbios con dos manifestaciones de 2013 y 2017 en las que los incidentes fueron mucho menores:
"Las manifestaciones pacíficas, en forma de ley, son parte de la democracia. Sin embargo, las depredaciones e invasiones de edificios públicos como las ocurridas hoy, así como las practicadas por la izquierda en 2013 y 2017, escapan a la regla".
Algo parecido hizo Donald Trump después del ataque al Capitolio. Pedía que no se agrediese a los cuerpos de seguridad de Estado: "Les pido a todos en el Capitolio de los Estados Unidos que permanezcan en paz. ¡Sin violencia! Recuerden, NOSOTROS somos el Partido de la Ley y el Orden: respeten la Ley y a nuestros grandes hombres y mujeres de Azul. ¡Gracias!".
Son dos casos con muchas similitudes. Ambos movimientos con una misma ideología y muchos patrones que se repiten. Las imágenes hablan por sí solas, Estados Unidos pudo servir de modelo para las movilizaciones de Brasil.
Ahora, al igual que en el caso del Capitolio, se investigan las causas y se busca a los responsables de los incidentes del Congreso de Brasil.