La Asamblea General de la ONU aprobó este miércoles, un año más y por mayoría aplastante (187 votos a favor, 2 en contra -EE.UU. e Israel- y 1 abstención -Moldavia-) una resolución sin efectos vinculantes contra las sanciones de Estados a Unidos a Cuba, que se prolongan ya 62 años y han supuesto un duro golpe a la economía de la isla.

"El presidente (de Estados Unidos) Joseph Biden, con sorprendente mimetismo, ha dejado intacto el régimen coercitivo de su predecesor (Donald Trump) y lo ha aplicado consciente de sus consecuencias devastadoras", afirmó el ministro cubano de Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, desde el estrado de Naciones Unidas justo antes de la votación.

La resolución titulada 'Necesidad de poner fin al embargo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba', y que se presenta con periodicidad anual, se reafirma en "la igualdad soberana de los Estados, la no intervención y no injerencia en asuntos internos, y la libertad de comercio y navegación internacionales".

En su discurso ante la asamblea general, Rodríguez Parrilla definió las sanciones contra Cuba como "medidas inhumanas" y "propias de una guerra económica extrema" con las que EE.UU. busca lanzar una advertencia a "toda nación que se atreva a defender con firmeza su soberanía y construir su propio futuro". "Let Cuba live in peace", "dejad a Cuba vivir en paz", dijo el responsable de Exteriores cubano combinando inglés y español bajo la mirada impertérrita del único representante de la delegación estadounidense en la sala.

Por otra parte, si ayer las muestras de apoyo más contundentes a la causa cubana llegaron por parte de Rusia, de miembros del Movimiento de Países No Alineados o de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), hoy Irán fue quien se pronunció con mayor vehemencia contra EEUU. El bloqueo a Cuba "es una amenaza para el multilateralismo. Las sanciones son un método de conseguir objetivos nacionales mezquinos que amenazan la paz y seguridad internacional", aseveró el embajador iraní ante la ONU, Amir Saeid Iravani.

El margen de apoyo experimentado por Cuba en esta ocasión es idéntico al que obtuvo el curso pasado, pero con la abstención entonces de Ucrania. La resolución ha estado acompañada este año por un informe muy crítico y detallado de la secretaría general de la ONU.

Ese documento, que ha sido confeccionado durante todo este año, incluye respuestas contundentes contra el bloqueo de EEUU a Cuba por parte de más de 180 países y 35 instituciones internacionales, entre ellas Unicef, el Programa Mundial de Alimentos de la ONU, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo o la Organización Mundial de la Salud.

Washington decretó las primeras sanciones contra Cuba en 1959, al poco del triunfo de la revolución en la isla, pero el primer gran bloque de medidas llegó en 1962, durante la presidencia de John F. Kennedy (1961-1963). Desde entonces se han ampliado e intensificado en varias ocasiones, como con la ley Helms-Burton (1996) o las 240 medidas de la administración Trump (2017-2021), que el gobierno de Biden prácticamente mantuvo intactas.

Cuba sufre escasez de alimentos, medicinas y combustible; prolongados apagones diarios; inflación galopante; dolarización creciente y deterioro de servicios estatales como la educación y la sanidad. En su informe anual sobre lo que se denomina en Cuba bloqueo (y en EE.UU., embargo), La Habana estima que el coste de las sanciones entre marzo de 2023 y febrero de 2024 ascendió a 5.056,8 millones de dólares, aunque no detalla cómo elabora sus cálculos.