Varios inmigrantes subsaharianos se dirigían a la costa de Libia para intentar cruzar el Mediterráneo en su ruta desesperada hacia Europa. Han sido 270 detenidos cerca de Trípoli antes de subirse a una barcaza similar a la que se hundió el domingo pasado con 400 inmigrantes a bordo. Ya son 17 los cadáveres recuperados mientras decenas de personas siguen desaparecidas. Italia culpa a Bruselas de esta nueva tragedia humanitaria.