Canadá recibió el aviso de Estados Unidos apenas 72 horas antes de que se cumpliera el atentado que el joven Aaron Driver, de 24 años, había planeado. El aviso llegó en forma de un vídeo en el que Driver amenaza al país. "Canadá, ya habéis recibido muchos avisos", asegura en una grabación interceptada por el FBI, que no conocía al joven, pero sabía que había jurado lealtad al grupo terrorista Daesh.
Según informó el comisario de la Real Policía Montada de Canadá, Mike Cabana, el joven planeaba un ataque "en un núcleo urbano, durante las horas punta de la mañana o la tarde". No había tiempo que perder y Canadá no tardó en ponerle nombre: Aaron Driver era un viejo conocido de la Policía que, a sus 24 años, ya había sido detenido por relacionarse con destacados yihadistas y estaba en libertad condicional.
Cuando le localizaron, se encontraba en un taxi e iba cargado de explosivos. Le dieron el alto, pero se enzarzó con los agentes y ahora será la autopsia la que aclare si murió por la explosión de su bomba o por los disparos de los agentes. Sin embargo, su padre, Wayne Driver, no culpa a la Policía.
Asegura que se quiso morir cuando se enteró de lo sucedido, pero es firme: "Iba a detonar otro explosivo, hicieron lo que tenían que hacer". La madre de Aaron murió cuando él era muy joven, lo que le convirtió en una presa fácil para la radicalización. "Sabía que andaba perdido, pero no hasta dónde había llegado", lamenta su padre.
El Gobierno de Canadá consultará públicamente si reforzar el seguimiento y la vigilancia de quienes supongan potenciales amenazas.