En la recta final antes del debate, Kamala Harris ha decidido aislarse con su equipo en un hotel durante cinco días, dedicando este tiempo a una intensa preparación. Acompañada de su esposo, quien ha sido visto en varias ocasiones vistiendo una sudadera de la campaña, Harris ha recreado el ambiente del debate en una sala privada, donde cuenta incluso con un 'doble' que imita a su rival, Donald Trump. El imitador no solo reproduce el estilo y los ataques del expresidente, sino que también adopta su forma de vestir y su manera de hablar, en un esfuerzo por prepararla para cualquier embate durante el evento.
Por su parte, Donald Trump, fiel a su estilo, ha optado por la improvisación. En lugar de ensayar formalmente, ha seguido con su intensa agenda de mítines, lo que no ha pasado desapercibido. "Ahora está practicando. Se ha encerrado en una habitación. Tiene mucho que aprender", dijo Trump en referencia a Harris, mostrando su desdén por los preparativos formales.
A pesar de que su equipo le ha sugerido que practique respuestas para posibles preguntas difíciles, especialmente relacionadas con sus problemas judiciales, Trump parece confiar en su instinto. Mientras sus asesores temen que el debate pueda desviarse hacia lo personal, algo que entusiasma a su base, pero preocupa a los votantes indecisos, Trump mantiene su postura confiada. "Chicos, estamos dirigidos por gente estúpida... Lo descubrimos en el debate con Joe. ¿Cómo resultó? Y lo vamos a descubrir de nuevo el martes por la noche", declaró, en referencia a su anterior enfrentamiento con Biden.
Las reglas del debate seguirán siendo estrictas: micrófono cerrado, comparecencia sin público y tiempos medidos. Aunque el equipo de Kamala Harris se ha mostrado en desacuerdo con algunas de estas condiciones, ambos candidatos deberán adaptarse a ellas.
Trump, a pesar de su confianza, se pone a la defensiva anticipando críticas. "Si la destruyo en el debate, dirán: 'Trump sufrió una derrota humillante esta noche', pase lo que pase", comentó, insinuando que los medios podrían favorecer a Harris. Incluso ha insinuado que las preguntas del debate ya le han sido filtradas a su contrincante.
El enfrentamiento entre ambos promete ser uno de los momentos más decisivos de la campaña, y se podrá seguir en vivo la madrugada del martes 10 al miércoles 11 de septiembre por laSexta.