El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, cumple dos años desde que entró en la embajada de Ecuador en Londres para solicitar asilo y evitar su extradición a Suecia, donde es requerido por unos supuestos delitos sexuales.

El exhacker, de 42 años, no puede salir de la embajada porque sería inmediatamente detenido, ya que las autoridades británicas se niegan a facilitar un salvoconducto que le permita viajar a Quito.

Aunque su situación se presenta difícil de solucionar a corto plazo, Assange anunció medidas para impulsar su caso, que incluyen una petición a la ONU para que investigue una posible violación de sus derechos y otra al fiscal general de EEUU, Eric Holder, para que disuelva el Gran Jurado que persigue a WikiLeaks.

Su equipo legal también presentará el próximo martes unos nuevos documentos ante la Fiscalía sueca, que le reclama para interrogarle por presuntos delitos sexuales cometidos en 2010.

La solicitud de asilo que hizo Assange a Ecuador hace dos años se produjo al término de un largo proceso de extradición en los tribunales británicos, que fallaron a favor de su entrega a Suecia.