García Ferreras informa de que, a tan solo unos metros del restaurante parisino Le Carillon que sufrió uno de los ataques terroristas, se ha establecido una célula de atención psicológica para testigos y víctimas del atentado. Así lo muestra uno de los carteles fijados por el Ayuntamiento de París en un muro, rodeado de impactos de bala de los Kalashnikov.