En las calles de Alejandría y el Cairo ha estallado una batalla campal protagonizada por los opositores del presidente Mohamed Mursi y sus seguidores. La policía antidisturbios han tenido que actuar para separar a las dos partes. La brecha que ha abierto la elección de Mursi en los Hermanos Musulmanes está obstaculizan la reactivación de la economía egipcia.
En la capital, los disturbios comenzaron a la llegada de una marcha de cientos de personas a la plaza Tahrir, tras participar en una manifestación frente al Tribunal Supremo de Justicia para exigir la dimisión de Ibrahim. Los manifestantes se enfrentan con propietarios de las tiendas de los alrededores de Tahrir, en unos choques confusos similares a los ocurridos la víspera, según la agencia oficial Mena.
El opositor Movimiento por el Cambio "Kifaya" anunció en un comunicado que cerró con cadenas la oficina del fiscal general por considerarlo "ilegítimo". Un tribunal egipcio ordenó hace dos días restituir en el cargo al anterior fiscal general Abdelmeguid Mahmud, destituido en noviembre pasado por un decreto de Mursi. Los opositores denunciaron también la falta de justicia en Egipto después de que se ordenara el arresto de cinco prominentes activistas por supuestamente incitar a la violencia contra los Hermanos Musulmanes.