Los autores de las 32 muertes en Bruselas el pasado 22 de marzo pretendían atacar de nuevo en París pero al ver como se estrechaba el cerco policial tras la detención de Salah Abdeslam precipitaron sus planes y atacaron lo que más cerca tenían ha confirmado la Fiscalía belga. Abrini, el confeso "hombre del sombrero" del aeropuerto de Zaaventem, se enfrenta ahora a delitos por pertenencia a grupo terrorista y de asesinato múltiple y en grado de tentativa.
El objetivo de los terroristas de Bruselas era un nuevo golpe a París