A uno le consideraban ya un zombie político, y al otro nadie lo tomaba en serio. Pero ambos han resultado vencedores y han conseguido complicar el mapa político italiano.
Silvio Berlusconi es el Ave Fénix. ¿Cómo consigue resurgir de sus cenizas? En primer lugar, ayuda y mucho ser el dueño de un imperio mediático con 3 televisiones generalistas y 2 de los diarios más importantes del país.
Además, Berlusconi se ha puesto un traje que ha gustado mucho a los italianos, el traje ‘antimerkel’, presentándose como el único candidato dispuesto a parar los pies a la canciller germana.
También influye que el extremadamente populista Berlusconi no tiene electores, tiene auténticos seguidores, que lo consideran casi un guía. El otro gran vencedor de estas elecciones.
Ni el propio Beppe Grillo podía imaginar que la tremenda popularidad que ha cosechado se iba a traducir en votos de esta manera. Lo ha conseguido gracias a su mensaje contra la clase política tradicional, a los que considera el enemigo.
El cómico llega dispuesto a poner de moda la honestidad y dejó bien claro que no pactaría con nadie. Ha hecho una campaña a su medida, sin conceder entrevistas, recorriendo el país en caravana y escogiendo a sus candidatos, que no son políticos de carrera, a través de Internet.
El resultado de estas elecciones es para él una guerra entre generaciones.Los que llevan décadas en el sistema y los que llegan dispuestos a ponerlo todo patas arriba.
Si obviamos las numerosas coaliciones en las que se integran los 2 grandes partidos, y tenemos en cuenta a las formaciones por sí solas, Grillo es el más votado al Congreso.