La Policía convenció a dos agricultores que no sabían nada de espionaje para infiltrarse en las filas de Boko Haram, prometiéndoles que tras la operación operación se harían ricos. Los yihadistas les descubrieron y grabaron un vídeo con su decapitación. Una barbarie más después tres semanas de ofensiva militar de la Unión Africana que no ha servido para nada.