Jair Bolsonaro rompe finalmente su silenciotras su derrota en las elecciones de Brasil, casi 48 horas después de que las urnas dieran la victoria a su rival,Luiz Inácio Lula da Silvacon el 50,9% de los votos el pasado domingo.
El todavía presidente brasileño ha comparecido ante los medios este martes desde el Palacio Presidencial en Brasilia, una breve intervención sin preguntas de la prensa en la que ha hablado de "sentimiento de injusticia", aunque ha asegurado que seguirá cumpliendo la Constitución.
Es la primera vez que el mandatario aparece en público tras la victoria electoral de Lula, a la que no ha aludido de forma directa este martes y contra la que se han rebelado grupos de camioneros de ultraderecha, que han bloqueado carreteras en casi todo el país exigiendo una intervención militar.
A este respecto, el líder ultraderechista ha achacado esas manifestaciones a la "indignación" y el "sentimiento de injusticia" por cómo se han desarrollado los comicios, pero ha afirmado que "las manifestaciones pacificas siempre serán bienvenidas". "Nuestros métodos no pueden ser los de la izquierda", ha apostillado, en un discurso en el que ha prometido que seguirá "cumpliendo todos los mandamientos de la Constitución".
A pesar de no haberse referido directamente a su rival, el jefe de gabinete de Bolsonaro, Ciro Nogueira, ha indicado tras su comparecencia que comenzarán el proceso de transición hacia el gobierno de Lula.
Victoria de Lula da Silva por la mínima
La victoria de Lula da Silva provocó reacciones dispares en un país totalmente polarizado entre dos opciones políticasantagónicas. El presidente electo, Lula da Silva, logró imponerse por tan solo 1,9 puntos de diferencia respecto al aún presidente, y tan solo cuatro años después de haberse convertido en un cadáver político al ser condenado por corrupción.
El ajustado triunfo este domingo en Brasil de Luiz Inácio Lula da Silva sobre Jair Bolsonaro ha cerrado un mapa que empezó a dibujarse en julio de 2018 con el triunfo en México de Andrés Manuel López Obrador y en octubre de 2019 cuando el peronismo volvió a la Casa Rosada de la mano de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner.
Le siguieron Pedro Castillo en Perú, que también se impuso a Keiko Fujimori por un estrecho margen, y más recientemente Gabriel Boric, en Chile, y Gustavo Petro, que en agosto pasado se convirtió en el primer presidente de izquierdas que gobierna en Colombia. Se suman a este movimiento Luis Arce en Bolivia, Xiomara Castro en Honduras y Laurentino Cortizo en Panamá.