Encontronazo del jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, y el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, en plena rueda de prensa en Moscú.
El alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea ha pedido la liberación inmediata del opositor Alexei Navalni y Lavrov le ha respondido hablando de los políticos independentistas catalanes presos.
"He transmitido al ministro Lavrov nuestra profunda preocupación y le he reiterado nuestro llamamiento a su liberación", ha aseverado Borrell sobre Navalni, condenado esta semana a tres años y medio de prisión.
Ante estas palabras, Lavrov se ha puesto a la defensiva y ha aseverado que "los líderes independentistas catalanes están en prisión por organizar un referéndum", asegurando que esta es "una decisión que la Justicia española no ha revocado pese a que los tribunales de Alemania y Bélgica han fallado en contra".
Ello, a pesar de que los fallos judiciales citados por el ministro ruso en esos dos países en realidad eran relativos a las condiciones de la extradición y no sobre la condena en sí de los líderes del procés.
Tajante respuesta de Laya a Rusia
Por su parte, la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, no ha tardado en responder a su homólogo ruso: "En España no hay presos políticos, hay políticos presos", le ha recordado, pidiendo que "Navalni tenga la oportunidad de participar y de hacer campaña en las próximas elecciones rusas, como lo están haciendo los líderes independentistas catalanes que cumplen condena en España".
Además, la titular de Exteriores ha recordado al Gobierno de Putin que España es una de las 23 democracias plenas que existen, mientras que Rusia ocupa el puesto 124 de 167 países.
Precisamente este viernes, el Kremlin ha confirmado la expulsión de tres diplomáticos europeos, de Alemania, Polonia y Suecia, por su supuesta participación en manifestaciones en apoyo de Navalni.
Borrell también ha expresado a Lavrov su malestar y rechazo a este respecto, asegurando que "no estaban manifestándose", sino haciendo su trabajo al "observar" la situación en Rusia por el caso Navalni.